Thursday, May 10, 2012

Turno de noche.



Tengo el turno de noche porque nadie más lo quiere. Ningún otro quiere pasar aquí ocho horas, solo, encerrado en la garita de esta gasolinera. Pero a mí me gusta. La gente viene, echa gasolina, paga y se va. A veces me piden algo de comida o bebida, y yo se lo paso por el hueco de la ventanilla. Es sencillo. Es como ver la vida pasar delante de un televisor transparente. No les tocas. No les hueles. No pueden hacerte daño. Ellos están fuera y tú estás dentro, y así cada cosa está clara y en su sitio.